sábado, 29 de mayo de 2010

Animación a la lectura.

Uno de los problemas que tienen un gran número de alumnos/as es el déficit en la comprensión lectora, herramienta de trabajo imprescindible para el estudio y para la mayor parte de los aprendizajes que realizarán a lo largo su vida.
Por ello os adjunto alguna información util para tener en cuenta a la hora de intervenir con niños. No olvideis nunca la importancia de la lectura.

A grandes rasgos, con la animación a la lectura, nos proponemos los siguientes objetivos:
· Que el niño no lector –o poco lector- descubra el libro.
· Ayudarle a pasar de la lectura pasiva a la lectura activa.
· Desarrollar en él el placer de la lectura.
· Ayudarle a descubrir la diversidad de los libros y la magia que encierran.
· Enriquecer su vocabulario.
· Mejorar su expresión escrita.
· Despertar su sensibilidad y espíritu crítico.
· Desarrollar su imaginación y creatividad.En definitiva, pretendemos que mediante la lectura pueda comprender, gozar, reflexionar y expresarse adecuadamente

Decálogo para crear buenos lectores

· Dar ejemplo. Las personas adultas somos un modelo de lectura para los niños. Leamos delante de ellos, disfrutemos leyendo. Se trata de una muestra del lema que más recientemente ha hecho suyo el Plan de Fomento de la Lectura: “Si tú lees, ellos leen”

· Escuchar. En las preguntas de los niños está el camino para seguir aprendiendo. Estemos pendientes de sus dudas.

· Compartir. El placer de la lectura se contagia leyendo juntos. Leamos cuentos, contemos cuentos.

· Proponer, no imponer. Es mejor sugerir que imponer. Evitemos tratar la lectura como una obligación. Este es el problema básico con que se encuentran los niños y jóvenes en muchos centros educativos: las “lecturas obligatorias” muchas veces no apetecen lo más mínimo.

· Acompañar. El apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No los dejemos solos cuando aparentemente saben leer.

· Ser constantes. Todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura.

· Respetar. Los lectores tienen derecho a elegir. Estemos pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan.

· Pedir consejo. El colegio, las bibliotecas, las librerías y sus especialistas serán excelentes aliados. Hagámosles una visita.

· Estimular, alentar. Cualquier situación puede proporcionarnos motivos para llegar a los libros. Dejemos siempre libros apetecibles al alcance de los niños.

· Organizarse. La desorganización puede estar reñida con la lectura. Ayudémosles a organizarse: su tiempo, su biblioteca…

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